Diego Schattenhofer: El Maestro que Cocina Campeones

El pasado 20 de mayo, el Recinto Ferial de Tenerife fue el corazón palpitante de la gastronomía canaria con la celebración del 19º Campeonato de Canarias de Cocina – Gran Premio Cabildo de Tenerife, dentro del esperado GastroCanarias 2025. Entre fogones, nervios y mucho talento, Nahuel Campos Núñez se coronó como el mejor cocinero de Canarias, y su compañero de cocina, Iván Alfaro, se llevó el premio al mejor ayudante.

¿Coincidencia? No. Ambos han sido formados por el mismo chef: Diego Schattenhofer, un referente en la alta cocina canaria que, año tras año, demuestra que el verdadero ingrediente secreto es saber enseñar.

Cuando enseñar también es cocinar

Si repasamos los podios de las últimas ediciones de GastroCanarias, hay algo que salta a la vista: muchos de los campeones llevan el sello formativo de Diego Schattenhofer. No es una moda ni una coincidencia. Es el resultado de un modelo de enseñanza que no solo transmite técnica, sino que forma con propósito.

Desde su base de operaciones en el restaurante Taste 1973 (Hotel Villa Cortés, Tenerife), Diego ha creado mucho más que un espacio gastronómico: ha construido un aula viva donde se piensa, se investiga, se falla, se corrige y se vuelve a intentar. Combina ciencia y tradición, escucha al producto local y desafía a sus alumnos a ir más allá del plato bonito. Los forma para que entiendan lo que hacen, para que se cuestionen, para que respeten el oficio y encuentren su propia voz en la cocina.

Porque Diego no cocina solo para los comensales: cocina también en la mente de quienes aprenden a su lado. Y esa es la mayor genialidad de un maestro. No necesita estar en el foco porque su mayor logro no está en su propia cocina, sino en las de todos los jóvenes a los que ha sabido inspirar. Esos que hoy ganan concursos, crean proyectos y se atreven a soñar gracias a que, un día, alguien creyó en ellos.

El valor de un buen maestro

Un buen maestro no solo transmite conocimiento: transforma vidas. Enseñar es guiar, es cuidar, es mirar a los ojos de alguien que empieza y decirle: “puedes hacerlo, y voy a ayudarte a descubrir cómo”. Es dejar huella más allá de la materia, en la forma de pensar, de trabajar y de relacionarse con los demás.

En la cocina —como en tantos otros ámbitos de la vida—, tener un buen maestro marca la diferencia. Porque te enseña a respetar lo que haces, a valorar el esfuerzo, a entender que detrás de cada plato hay historia, cultura, identidad. Y también te enseña a fallar sin hundirte, a volver a empezar, a no conformarte nunca.

Todos recordamos a ese profesor que nos cambió algo por dentro. Porque los grandes maestros no se olvidan: nos acompañan siempre, incluso cuando ya no están delante. Por eso, hoy más que nunca, necesitamos formar personas capaces de enseñar con pasión, de formar con sentido, de inspirar con el ejemplo.

Canarias necesita maestros como Diego

Canarias no solo es tierra de papas, gofio y potajes. Es también una tierra que destaca cada vez más en el sector gastronómico y tenemos gran cantidad de talento joven que pide oportunidades, referentes y espacios donde crecer. Si queremos una gastronomía canaria que no solo conserve, sino que siga esta línea, necesitamos más Diegos: personas que no se guarden nada, que enseñen desde la verdad, que compartan el oficio con generosidad.

Porque los productos canarios ya son de calidad. Lo que hace falta es seguir cultivando mentes curiosas y manos valientes, con raíces en lo local y mirada en lo global. Y eso solo se logra educando con compromiso y corazón.

En Diego Schattenhofer, Canarias tiene mucho más que un gran chef: tiene un maestro que cocina presente y siembra futuro. Y eso, en una isla o en una cocina, lo es todo.

Comments

mood_bad
  • No comments yet.
  • Add a comment