Descripción

Nos habían recomendado comer en este lugar y la verdad que se merecen la fama, se come muy bien.

Disfrutamos de:
- Chopitos salteados con vino tinto.
- Ensalada de la casa con codorniz.
- Berenjena rellena.
- Cochino negro al horno.
- Mousse de limón y mousse de chocolate
Para maridar un Oñal (Crianza 2016 / D.O. Rioja)

Por fuera parece un típico local de pueblo, con poca una peculiar y llamativa decoración. Al entrar todo cambia, mesas con manteles y servilletas de tela. Además, con una pared a modo expositor con la gran variedad de vinos que tienen.

El servicio es bueno a la par de peculiar. El chef sale a explicarte los diferentes platos que ofrecen. No tienen una carta y esto es algo que no nos gusta, básicamente porque vas a ciegas con el precio de los platos. Eso sí todo lo que decía tenía una pinta buenísima y lo que comimos estaba exquisito. El otro camarero de la sala fue muy correcto y educado.

La propuesta de vino es bastante extensa para el tamaño del local, sin carta, sino que están expuestos en las repisas de la sala. Ocurre lo mismo que con la comida que, al no tener carta, no sabes el precio de los vinos hasta que no preguntas.

Es un lugar que nos gustó mucho y repetiremos cuando volvamos a esta maravillosa isla.
📅 Diciembre 2019.